Respuesta a Megyn Kelly
Las banderas combinadas no son sacrílegas
Originalmente publicado en Prensa Libre el 1 de julio de 2025.
Su pódcast es generalmente edificante, pero lamenté su reacción a una fotografía en la cual aparece una mujer que porta una bandera mexicana pequeña y otra grande que combina elementos de la bandera de Guatemala con la de Estados Unidos. La foto fue captada durante las protestas contra las redadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) en la ciudad de Los Ángeles, California. Dicho sea de paso, esas protestas se politizaron y tornaron violentas. El vandalismo y los hurtos cometidos restan mérito a cualquier causa noble. Con relación a la bandera en manos de la mujer, usted exclama: «¿Qué es eso? Mitad Guatemala, mitad Estados Unidos: es un sacrilegio». ¡Su reacción es injustificada!
Nadie niega que es preferible que las personas completen los trámites legales para vivir en Estados Unidos. No obstante, el proceso es largo y caro. En promedio, una persona nacida en Guatemala podría pasar entre 4 y 25 años intentando acceder a la residencia o ciudadanía estadounidense, dependiendo de su situación particular (también es difícil nacionalizarse en Guatemala… las burocracias gubernamentales son ineficientes aquí y allá). Este hecho, sumado a la política de fronteras abiertas de la Administración Biden-Harris, llevó a miles de personas a ingresar a su país sin papeles en los últimos años, no porque tengan intenciones criminales, sino para labrarse un futuro mejor realizando trabajos lícitos.
Carroll Rios de Rodríguez
🇬🇹 Guatemala
Es presidenta fundadora del Instituto Fe y Libertad. Estudió Ciencias Políticas y Economía en Dartmouth College, en New Hampshire. Obtuvo una maestría en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, en Washington, D. C. Ha sido columnista por más de veintiséis años; actualmente escribe en Prensa Libre. Disfruta mucho siendo catedrática universitaria e imparte cursos de análisis económico de la política. Es miembro del Consejo Directivo de la Universidad Francisco Marroquín y del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES). En el ámbito internacional es miembro de la Sociedad Mont Pelerin, la Sociedad Filadelfia y conferenciante invitada en varios eventos organizados por el Instituto Acton. En el 2011, Acton publico su libro Crisis financiera, populismo y el camino a la prosperidad en América Latina.