Cientos de miles de jóvenes de más de 156 países celebraron la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) hace poco más de un mes en Panamá. (1) La JMJ fue instituida por el santo padre Juan Pablo II en 1985 con el fin de llevar el mensaje de Cristo a la juventud y al mismo tiempo, crear un foro internacional en el que los jóvenes convivan, compartan y reflexionen juntos acerca de temas fundamentales de la vida.(2) A partir de entonces, el papa ha seleccionado grandes ciudades y distintos temas para cada una de las JMJ, que se han conmemorado cada dos a tres años. «He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra» fue el lema de la JMJ 2019. Este versículo, en el evangelio de Lucas, (3) pone de manifiesto el don de servicio. En los discursos que el papa Francisco dirigió a la juventud cristiana, nos recordó que cuando servimos a nuestro prójimo, somos vivo testimonio de Jesús.
No obstante, tanto a nivel latinoamericano como en Guatemala, estamos expuestos a realidades en las que se ha utilizado el servicio público para someter la libertad individual en sus diferentes expresiones. Estos «servidores públicos» que no hacen honor a su título y que en vez de poner «a la persona en el centro como corazón de todo», (4) formulan estrategias para entronizarse en el poder, evitan rendirnos cuentas y se atreven a impedir el ingreso de ayuda humanitaria. Este panorama gris puede, fácilmente, desazonar nuestros corazones si perdemos la esperanza y la creatividad para generar soluciones. Aún peor, esto puede hacernos creer que no sirve de nada esforzarnos por defender nuestra libertad porque, al final del día, los corruptos se salen con la suya. Ambas actitudes nos ponen en riesgo de caer en la indiferencia y conformarnos con lo que nos toca vivir.
Como cristianos debemos ver los retos desde otra perspectiva y recargar las pilas con oración acompañada de acciones concretas para evitar tropezar con la piedra en la que han tropezado tantos constructores de muros. (5) La oportunidad de quienes nos llamamos seguidores de Cristo es ser agentes de cambio, es decir verdaderos discípulos. Esto significa que cualquiera que sea nuestro campo de acción, tenemos oportunidad de servir con responsabilidad. En nuestro hogar, el colegio, la universidad, nuestra vecindad, o campo laboral es oportuno servir a quienes tenemos al alcance desde nuestro conocimiento y experiencia. Así es como nos convertimos en constructores de puentes. (6) Como lo dijo el papa Francisco, los cristianos sabemos y conocemos la reconciliación y el amor de primera mano. Y es este mismo Amor, con mayúscula, el cual debemos de transmitir cada vez que tengamos la oportunidad de servir.
Jóvenes, nuestra participación debe ser activa para transformar nuestro metro cuadrado y así construir una nación en la que impere la libertad individual. Por ello resulta tan importante la JMJ, pues nos demuestra que no estamos solos en la fe y en la búsqueda de servir con alegría y proactividad. Habiendo dicho esto, me entusiasma la noticia de que la próxima JMJ tendrá lugar en la bella ciudad de Lisboa, Portugal en el 2022. ¡Unámonos al movimiento de servicio al estilo de Jesús!
Notas
1. La JMJ Panamá en cifras, https://www.tvn-2.com/jmj/jmj-noticias/JMJ-Panama-2019-Comite-Organizador-Local_0_5220228007.html
2. ¿Qué es la JMJ? https://arquidiocesisdepanama.org/que-es-la-jmj/
3. Lucas, 1, 38.
4. Discurso del papa Francisco durante el Encuentro con las autoridades, el cuerpo diplomático y representantes de la sociedad civil en el Palacio de las Garzas, el 24 de enero de 2019.
5. Discurso del papa Francisco durante la Ceremonia de Acogida y Apertura JMJ Panamá 2019 en el Campo Santa María La Antigua (Panamá), el 24 de enero de 2019.
6. Idem.