El arte de la democracia

por | Blog Fe y Libertad

Mar 27, 2023

Las opiniones expresadas en este espacio no necesariamente reflejan la postura del Instituto Fe y Libertad y son responsabilidad expresa del autor.
Tiempo de lectura:  4

Publicado originalmente el 21 de marzo de 2023 en Prensa Libre.

¿Es posible rescatar el cascarón democrático?

Después de 38 años de tener gobiernos democráticamente electos, nos sentimos defraudados por los resultados percibidos. Según el Latinobarómetro 2020, únicamente un cuarto de los guatemaltecos encuestados está satisfecho con el funcionamiento de la democracia y 36 % cree que la democracia nacional presenta grandes deficiencias. 

En contraste, alrededor de 1984 nos subimos a la ola de democratización del continente porque la imagen de las fuerzas armadas se había desgastado tras años de hacer gobierno con resultados mixtos. En papel, la democracia prometía superar al autoritarismo. Ahora, más de la mitad de los guatemaltecos preferirían tener un gobierno no democrático que sí resuelva problemas. ¿En serio preferimos la tiranía? Si la democracia es el peor de los sistemas políticos exceptuando todos los demás, como dijo el primer ministro británico Winston Churchill, ¿cómo conseguimos mejores resultados sin desechar el cascarón democrático?

En primer lugar, debemos reconocer la futilidad de buscar la perfección en la política, porque las instituciones son diseñadas y puestas en marcha por personas falibles. Tampoco debemos cargar a los gobiernos, democráticos o no, con la obligación de resolver numerosos problemas que rebasan sus capacidades y que otras instancias sociales pueden solucionar de mejor forma. 

La democracia es un medio, no un fin. Esencialmente son reglas que nos permiten participar en las decisiones políticas, elegir a autoridades, propiciar pacíficos traspasos de poder y dotar de cierta legitimidad a los gobernantes. Adecuar nuestras expectativas a la realidad sirve para redirigir nuestra atención: debemos fijar límites claros a los potenciales abusos que estarán tentados a cometer quienes se aproximan a las mieles del poder. 

A ese efecto, es útil la metáfora que evocan los esposos Vincent y Elinor Ostrom, fundadores de la interdisciplinar Escuela de Bloomington. Ellos distinguen los recursos naturales de los artefactos, los cuales fabricamos con esfuerzo, trabajo y creatividad. Un artesano aplica el conocimiento a su alcance para actuar y transformar algo, buscando obtener un resultado de valor. Un artesano pone en marcha un proceso. El orden social, y en consecuencia la arena política, es «artefactual», aunque no fue producida por una sola mente. 

Las sociedades abiertas, que se valen de mecanismos de auto-gobierno, son artefactos extraordinariamente complejos. Debemos sospechar de arrebatos revolucionarios y de modelos políticos que pretenden borrar el pasado y empezar de cero. Son muy elevados los costos que acompañan la destrucción de la información dispersa en la sociedad, tanto de las normas informales como de las reglas formales. Cada generación debe encontrar mecanismos para trasladar sus aprendizajes a las siguientes generaciones. Y cada generación puede examinar y criticar los procesos y hacer ajustes. Podemos fortalecer los mecanismos de resolución de conflictos. El escultor, por ejemplo, es un artesano que respeta las propiedades naturales del material que esculpe. Conoce los límites de sus herramientas y sabe por experiencia que un movimiento impulsivo puede estropear la escultura en la cual ya ha invertido tanto tiempo y recursos. Debemos abordar la reforma de las reglas democráticas con la misma actitud prudente.

Los Ostrom recomiendan permitir la coexistencia de diferentes arreglos institucionales para respetar la complejidad de las sociedades libres. Facultar a las comunidades para que solucionen problemas locales, a su manera, mejora la satisfacción con el sistema democrático porque se obtienen resultados con mayor celeridad y aumenta los niveles de confianza.

Derechos de Autor (c) 2022 Instituto Fe y Libertad
Este texto está protegido por una licencia Creative Commons 4.0.
Usted es libre para compartir —copiar y redistribuir el material en cualquier medio o formato — y adaptar el documento —remezclar, transformar y crear a partir del material— para cualquier propósito, incluso para fines comerciales, siempre que cumpla la condición de:
Atribución: Usted debe dar crédito a la obra original de manera adecuada, proporcionar un enlace a la licencia, e indicar si se han realizado cambios. Puede hacerlo en cualquier forma razonable, pero no de forma tal que sugiera que tiene el apoyo del licenciante o lo recibe por el uso que hace de la obra.
Resumen de licenciaTexto completo de la licencia

Open chat
Bienvenido al INSTITUTO FE Y LIBERTAD
¿En qué podemos ayudarle?