La figura paterna es una figura especial, única, necesaria; es, en realidad, ¡INSUSTITUIBLE!
Podemos creerlo o no, pero los papás hemos sido escogidos para ser aquellos privilegiados de cuidar de nuestra familia y, especialmente, de los hijos que Dios no ha encomendado. Puede ser que esto suene un poco dramático o idílico, pero es tan real como se lee.
Somos llamados a proveer, pero en el sentido más amplio que existe. Culturalmente hemos llegado a creer que la provisión solo se trata de lo económico, de lo material, pero en realidad, involucra muchísimo más. Somos llamados a proveer amor, cuidado, protección, dirección, cariño, etc. Tenemos la responsabilidad y privilegio de cuidar de nuestros hijos en espíritu, alma y cuerpo.
¡Realmente somos INSUSTITUIBLES!
Nadie más puede cumplir con nuestro llamado de la manera en la que nosotros hemos sido diseñados para hacerlo, pero tenemos que creerlo. Es necesario que dimensionemos el tamaño del llamado que nos ha sido hecho y, así, podamos intencionalmente hacer la diferencia con nuestras acciones.
Posiblemente este día del padre sea necesario hacer un llamado al compromiso y no solo quedarnos en una felicitación superficial. Sería decisivo si este es el día en el que retomamos nuestra función y figura para traer sanidad a nuestra familia, nuestra sociedad y el mundo entero.
Soñemos juntos con lo que podría suceder si hacemos equipo para traer de vuelta la paternidad a una sociedad carente de paternidad. Soñemos con la transformación que puede manifestarse en nuestro entorno si nos comprometemos a modelar esa figura masculina que tanto se necesita.
Hace un tiempo fui confrontado con una cita que escuché: «para ser un buen padre, se necesita ser un verdadero hombre». Uff. Duro pensar en esto. Porque nos muestra que la falta de paternidad en los hogares también deja un vacío en el modelo de lo que un hombre verdadero es, y no podemos medir los daños que estamos causando; con, o sin querer.
EL MUNDO NECESITA UN PADRE; uno de verdad. Un hombre de carácter que esté dispuesto a pagar el precio para mantener unida y saludable a su familia. Un papá comprometido que ve la crianza de sus hijos como el centro de su llamado ante Dios y lo hace con todas sus fuerzas. Anhelemos ser ese padre que deja bendición multigeneracional en el legado de su familia.
Ser padre es una de las responsabilidades más sagradas que un hombre puede tener, es nuestro llamado. No claudiquemos a nuestro diseño, peleemos hasta la muerte por sostener nuestro terreno. La tarea es muy importante como para darnos por vencidos, el llamado es demasiado determinante como para abandonarlo. Necesitamos dar un paso al frente y tomar la decisión de convertirnos en padres intencionales; necesitamos enfrentar el quebrantamiento que estamos viendo en las familias y así hacer una marca en el camino y decir ¡hasta aquí!. Cambiemos la trayectoria de nuestras siguientes generaciones.
Nuestros hijos necesitan de nosotros, así como nosotros necesitamos de ellos para que nuestro propósito pueda hacerse realidad.
Seamos esa generación que redima la masculinidad, la paternidad saludable, que se nos recuerde como aquellos que levantamos una bandera y establecimos el fin de la fama negativa de la paternidad. Seamos padres intencionales, profundamente interesados en descubrir quiénes son nuestros hijos y cómo podemos ayudarlos a alcanzar su potencial. ¡Somos INSUSTITUIBLES! Irrepetibles, llamados por nombre para ser el papá que nuestros hijos necesitan, aunque no nos sintamos capacitados o listos para serlo. Confiemos en que, Aquel que nos escogió y llamó, confía en que con Su ayuda podemos lograrlo.
Así que, feliz Día del Padre. Feliz día del recordatorio de nuestro llamado. Feliz día del nuevo compromiso que hoy comienza. Feliz día a este grupo de valientes que, aún con temor e incertidumbre, toma la decisión intencional de abrazar su divina convocatoria. Feliz día compañeros de profesión, feliz día. Que nuestro Buen Padre nos bendiga y nos ayude a esforzarnos para convertirnos en el papá que nuestra familia y nuestra sociedad tanto anhela.
Un gran abrazo,
Ricky Chacón Y.
Papás a Prueba de Todo