La carta encíclica Laudato si’, Sobre el cuidado de la casa común, salió a luz pública el 24 de mayo del 2015. (1) No es un comunicado de prensa, una homilía, o una exhortación apostólica. Es una encíclica: el papa Francisco dirige una carta a los miembros de la Iglesia católica y a todas las personas de buena voluntad, en la cual aborda un asunto que él estima importante. La etimología de la palabra «encíclica» denota un tono enciclopédico, que agota o encapsula el tema analizado.
¿Por qué considera el papa Francisco que la primera encíclica completamente redactada bajo su tutela debía versar sobre el ambiente? (su antecesor, el papa Benedicto XVI, dejó iniciada, quizás casi terminada, la encíclica sobre la fe, Lumen fidei [2013]). La escogencia de Francisco hace eco de un sentir popular o una corriente principal (mainstream). Asegurar la sostenibilidad del ambiente es la séptima meta del milenio de la Organización de Naciones Unidas. La generación milenial o generación Y es la generación más consciente de su entorno, según el Centro de Investigación Pew, y está dispuesta a pagar más por productos verdes. (2) Según la encuesta de Eurobarómetro para el 2014, el 95 % de los europeos se preocupa por la protección del ambiente. Los europeos deploran la contaminación del aire y del agua y creen que el crecimiento económico está ligado al cuidado del planeta. (3) Piensan, además, que se hace poco para paliar los problemas ambientales. Según Pew, el cambio climático es un reto global prioritario para 45 435 entrevistados en 40 países, junto con el terrorismo asociado al Estado Islámico y la estabilidad económica. (4) El fervor ha llegado a tal extremo que el senador Bernie Sanders, un candidato a la presidencia por el Partido Demócrata de Estados Unidos, afirmó repetidamente que el calentamiento global provoca el terrorismo (las sequías causan migración a polos urbanos, desempleo, inestabilidad, y por ende, terrorismo). (5)
¿Qué aporta una pluma religiosa al debate ambientalista? Los creyentes no pueden permanecer indiferentes a la problemática ambiental, pero tampoco pueden caer en excesos antihumanos, antinatalistas, antirreligiosos y más. El planeta es nuestra «casa común» y nosotros somos tierra. «El derroche de la creación comienza donde no reconocemos ya ninguna instancia por encima de nosotros, sino que solo nos vemos a nosotros mismos». En pocas palabras, Dios ha estado mayormente ausente de la discusión hasta el presente, y su ausencia distorsiona nuestra perspectiva y nuestras prescripciones.
El pontífice acuña frases como «ecología humana» y «ecología integral». Perfila a Francisco de Asís como un modelo a seguir por su amor y respeto a la naturaleza. Dios se ve reflejado en su bondad y belleza en la naturaleza, y cualquier proyecto ambiental parte de tal apreciación. Francisco de Asís constituye evidencia empírica de que la Iglesia católica siempre tuvo conciencia ambiental.
El papa Francisco reconoce, a su vez, que no es el primer líder religioso en externar una opinión, dando crédito a Benedicto XVI, el Dalai Lama, y sobre todo al patriarca Bartolomé I de Constantinopla, también conocido como el Patriarca Verde. Bartolomé difícilmente podría ser tildado de moderado. (6) El Comité Científico y Religioso que él estableció ha organizado seis simposios interdisciplinares e interreligiosos sobre asuntos ambientales. Bartolomé predica que cometemos pecados, o terrorismo natural, cuando dañamos el ambiente. ¿Pretende el papa defender una postura menos tajante? Yo creo que sí.
El punto 14 es clave para entender este proyecto: «Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos». Debemos subrayar las palabras «diálogo» y «conversación»: el papa Francisco no impone su verdad, sobre todo en lo que respecta a temas opinables de índole social, política y económica. Propicia una discusión entre cristianos con el fin de identificar las conductas humanas e instituciones sociales más conducentes a proteger y conservar la Tierra. Los creyentes no podemos permitirnos ser indiferentes o depositar una ciega confianza en los políticos y los técnicos. «Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades». Es decir que el papa Francisco incluso prevé la posibilidad de que coexistan una pluralidad de respuestas, igualmente válidas, a la problemática ambiental, siempre y cuando las propuestas sean coherentes con la espiritualidad cristiana.
Eso sí, el papa Francisco considera que encaramos una crisis, una urgencia, un problema apremiante. La mentalidad de crisis a veces nos vuelve poco críticos porque nos conformamos con soluciones aparentemente rápidas, sin evaluar rutas de acción alternas ni medir los costos asociados con el plan inmediato. A veces el sentimiento de urgencia riñe con el diálogo abierto.
El texto de la encíclica se divide en seis capítulos: un diagnóstico, un repaso de la teología de la creación, una exploración de la culpabilidad de la humanidad con relación a la crisis, la propuesta de una «ecología integral», el esbozo de soluciones, y un último capítulo sobre la educación ambientalista. Termina con unas bellas oraciones por la creación.
Notas
1. Carta Encíclica Laudato Si, Sobre el cuidado de la casa común, recuperado de http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html
2. Aarthi Rayapura, «Millennials Most Sustainability-Conscious Generation Yet, But Don’t Call Them ‘Environmentalists’», 11 de marzo del 2014, recuperado de www.sustainablebrands.com/news_and_views/stakeholder_trends_insights/aarthi_rayapura/millennials_most_sustainability_conscious
3. «Europeans and the environment, Sept 2014», TNS opinion, recuperado de http://www.tns-opinion.com/content/europeans-and-environment-sept-2014
4. Jill Carle, «Climate Change Seen As Top Global Threat», Pew Research Center, recuperado de http://www.pewglobal.org/2015/07/14/climate-change-seen-as-top-global-threat/
5. Bradford Richarson, «Sanders doubles down: Climate change causes terrorism», 15 de noviembre, 2015, http://thehill.com/blogs/ballot-box/presidential-races/260210-sanders-doubles-down-climate-change-causes-terrorism
6. John Chryssavgis, «The Green Patriarch», Ecumenical Patriarchate, recuperado de https://www.patriarchate.org/the-green-patriarch