Misión
La misión del Instituto Fe y Libertad es impulsar el florecimiento humano promoviendo la libertad individual y los principios judeocristianos.
Valores centrales
Postulados
Dios es la primera y máxima realidad. La existencia de Dios no es suplantada ni superada por el desarrollo de la civilización humana a través de la historia, ni por el surgimiento de instituciones como los mercados, la moneda y el intercambio.
Dios creó al ser humano a Su imagen: digno, libre y responsable. Estamos llamados por Dios a ser compasivos y caritativos unos con otros, partiendo no de la imposición sino de acciones libres y responsables. En una sociedad abierta es menos relevante la desigualdad del ingreso que la movilidad social ascendente. En una sociedad abierta la movilidad social ascendente es posible, no siendo la desigualdad del ingreso un obstáculo.
La persona es co-creadora de cultura, instituciones y riqueza cuando coopera pacíficamente con otros. La cooperación entre las personas depende de la igualdad ante la ley, depende de la prueba y error como factor correctivo y así mismo, de la libertad (del mecanismo) de precios que sintetizan información (informa) sobre la escasez relativa de los bienes y su demanda.
El pecado es una realidad histórica que nos afecta en el tiempo y en el espacio. Los hombres no tenemos conocimiento perfecto de lo que ocurre a nuestro alrededor y sólo podemos atenernos al aprendizaje frente al conocimiento disperso de factores, necesidades y procesos. La libertad de emprender permite la mejor información y asignación de recursos, aunque nunca será perfecta.
La armonía y cooperación entre los seres humanos se basa en los principios éticos del cristianismo y no solo en las normas emanadas del derecho. Usando la razón y la formación de virtudes los seres humanos eligen entre múltiples opciones para intentar conseguir los mejores resultados.
Dios ha dotado al hombre del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad. Las constituciones políticas del mundo coinciden con la tradición judeocristiana en reconocer la propiedad, la vida y la libertad de los hombres, como derechos anteriores y superiores al estado.
El gobierno juega un papel secundario y subsidiario en la vida de los hombres. Las naciones que consideran al gobierno como un punto de apoyo fundamental para obtener bienes y servicios gratuitos son hoy más pobres y menos libres que aquellas que consideran que el gobierno debe interferir menos en las iniciativas ciudadanas.
Al producir, consumir e intercambiar libremente las personas prosperan.
El valor económico de los bienes y servicios lo asigna subjetivamente el ser humano. Las personas que persiguen sueños y buscan mejorar lo hacen accionando preferencias subjetivas que no hay manera de medir ni de descalificar sin cuestionar a la vez lo que uno mismo hace.
Abordamos la cultura como la reseña crítica y valorativa de saberes, creencias y pautas de conducta así como el gusto por lo bello, lo innovador y lo creativo del ser humano. Las miserias adscritas a la economía a menudo se refieren a la economía intervenida por naciones cuya riqueza les absuelve temporalmente de culpa o a regiones pobres del mundo que carecen de mercados libres. El estado de derecho no es una utopía más sino una realidad concreta que ha permitido a países ejemplares crecer en muchas direcciones y mejorar la calidad de vida en general.